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supongo que ya te lo he dicho, pero por si acaso. He borrado tu número y whatsapp hace algún tiempo, por eso te he escrito esto en lugar de enviártelo y también por darte la opción a no leerlo, algo que entendería perfectamente que no quisieras hacer.
No te lo digo en persona, porque no creo que quieras aguantar esta chapa, porque me resulta muy difícil expresarme claramente en estas situaciones y porque no tengo tampoco la oportunidad de hacerlo. No voy a "espiarte" para buscar un momento en el que estés sola para poder hablar contigo en el trabajo, ya soy lo suficientemente raro como para encima sumarle ser un acosador.
He pensado que lo mejor que puedo hacer es poner mis pensamientos en orden y darte la oportunidad de leerlo si quieres. Sí, ya sé que es raro, soy así, he intentado cambiar, pero después de muchos años no lo consigo.
Quiero dejar claro desde el principio que esta situación es mi culpa, no haces ni has hecho nada mal. También que me caes muy bien, a pesar de lo que pueda parecer por mi manera de comportarme, no tengo ningún problema contigo, creo que eres una persona genial, amable, considerada y divertida, en general todo era un poco mejor para mí cuando estabas cerca. Es sólo que soy así de raro.
Aunque seguramente no te interesa, voy a tratar de explicar lo que me llevó a invitarte a quedar.
Como a mí, te gustan algunas cosas de "frikis", los videojuegos, máquinas automatizadas, la tecnología. Me gustó escucharte hablar de como disfrutabas en tu trabajo en Colombia diseñando "juguetes" para parques infantiles. Me gusta la gente con la curiosidad y creatividad que normalmente traen estas aficiones, son cosas que a la mayoría de la gente no les interesan.
Tenemos en común una situación complicada con nuestras respectivas familias, no es la misma situación, pero mi relación con la mía tampoco es para echar cohetes.
Me gusta la forma natural que tienes de hablar las cosas abiertamente, para alguien como yo al que le cuesta seguir "pistas" sociales que alguien hable claro es un alivio y contigo no sentía la necesidad de dosificar mis relaciones sociales, hablar contigo no me suponía un esfuerzo, al contrario, era agradable.
No sé por qué, pensaba que tú también te sentías un poco sola, supongo que fue fruto de mi imaginación. Me daba la impresión de que estar lejos de tu país, de tus amigos, un sitio nuevo, que echabas de menos a tu abuela, me decías que te pasabas el día en la cama, que no salías los fines de semana, que un momento “emocionante” era comprar lotería… Me hizo pensar que quizás si no una relación, al menos igual podíamos hacernos compañía, hacernos amigos. Creo que estaba viendo lo que quería ver para así justificarme o proyectando mis propios problemas en ti, la verdad es que ni siquiera sé si ya estás en una relación con alguien, en realidad no te conozco apenas.
Eres amable y considerada, siempre me has tenido en cuenta cuando me has visto solo o perdido en momentos más sociales. ¡Llegaste a ofrecerme tu plátano! xD. Al hacer eso, para mí era como si me quitaras una losa de encima, me hiciste sentirme incluido y siempre te estaré agradecido por eso.
Tu personalidad me fascina, me encanta cuando de repente te arrancas a bailar porque sí, la expresividad de tu cara, la emoción con la que a veces dices algunas cosas... y muchas más cosas... pero tampoco es este el objetivo de esta carta.
Un poco por encima es lo que me hizo fijarme en ti, no que tengas 20 años o que seas más alta, más baja, más gorda, más flaca, más guapa o más fea.
Llevo casi 8 años sin mantener una relación y no escojo a la ligera. Eres la primera persona en este tiempo que me ha hecho siquiera planteármelo. Puedo contar con los dedos de una mano las veces que he invitado a alguien a quedar y rara vez me había equivocado. Por desgracia para ti y para mí, esta ha sido una de esas veces.
Yo malinterpreté tu forma de ser amable y sólo vi lo que quería ver. No es tu culpa que un viejo friki y antisocial se haya flipado y haya querido ver lo que en ningún momento hubo. Por eso te pedí disculpas, en todo momento fui consciente de lo raro e improbable de la situación.
Me lo pensé mil y una veces antes de hacer nada, ya mucho antes de las vacaciones de verano estaba interesado, pero pensé que no verte durante el verano me haría sacarme estupideces de la cabeza. Pero al volver tú seguías siendo la misma persona encantadora.
Como no encontré el momento de hablar de nada así en el trabajo y no vi que hubiera otra oportunidad de poder hablar contigo de como me sentía, me inventé una mentira bastante obvia, eso de que tenía una comida con amigos cerca de tu casa y que tenía la tarde libre para intentar que pareciera algo totalmente casual. En mi cabeza sonaba espectacular, en aquel momento creía que el sentimiento era mutuo y que me dirías que sí, así que llegó un día que por desgracia me convencí de intentarlo.
Lo único que pretendía al invitarte a quedar era conocerte un poco mejor y averiguar si lo que me parecía era o no real. Sobra decir que esperaba que sí lo fuera, aunque esa película estaba sólo en mi cabeza.
La respuesta que me diste me dejó bastante claro que sutilmente estabas pasando de mí, si estuvieras interesada me habrías dicho que sí o habrías sugerido alguna otra alternativa. Abrir los ojos hizo que se me cayera el mundo encima.
El lunes siguiente, cuando intenté hablar contigo, inmediatamente me di cuenta de que tu actitud conmigo había cambiado. Me paras los pies en seco cada vez que intento hablar contigo (educadamente) y no das pie a una conversación. Entiendo el porqué lo haces, haces muy bien en protegerte, no nos conocemos apenas de nada y yo podría ser un loco peligroso.
Esta situación es mi culpa, no haces ni has hecho nada mal, me duele que tengas que comportarte así por mi culpa. Para mí lo principal es que te sientas cómoda y segura cuando estás en el trabajo y es inevitable que a veces tengamos que tener cierto trato.
Al ver que te había incomodado te pedí disculpas, ya sé que mi forma de hacerlo es rara, pero estas situaciones sociales me superan por completo, no sé hacerlo de otra forma.
Me respondiste que estaba todo bien y que todo estaba en mi cabeza. Lo volví a intentar, varias veces, con el mismo resultado.
Te volví a pedir disculpas, me volviste a contestar lo mismo, que todo estaba en mi cabeza.
Pienso, bueno, puede ser que sólo me lo parezca a mí... lo vuelvo a intentar. Me encuentro la misma situación, monosílabos en las respuestas y cortas la conversación, es un monólogo.
Me fui de vacaciones, decidí no ir a la cena de Navidad por evitar fricciones, la cena era en Tui que es donde tú vives y el único motivo por el que iba era forzarme a socializar y porque tú me habías dicho que fuera.
Al volver, pensé, ha pasado algo de tiempo, lo volveré a intentar. El mismo resultado.
Entiende que para mí no es agradable el intentar eso de "todo está bien" y que me cierren la puerta en las narices cada vez. Son demasiadas veces en las que, digas lo que digas, no está todo bien, no es sólo en mi cabeza y además sé de sobra que yo soy el culpable y causante de la situación. Lo primero fue borrar tu número de móvil y whatsapp para evitar volver a tener ideas brillantes.
Estoy seguro de que todo el mundo se ha dado cuenta de que mis habilidades sociales son muy limitadas y me cuesta mucho esfuerzo el intentar socializar con desconocidos, no digamos hacer nuevos amigos más todavía cuando ya no soy joven. Esto no es tu problema, es el mío, es sólo por dar un poco de contexto. Intentar hablar con alguien que me importa y aprecio y que me rechacen de plano cada vez, no me hace bien, me come la ansiedad porque no sé cómo arreglarlo y sólo consigue quitarme las ganas de intentar socializar y recordarme lo mal que se me dan estas cosas. Me paso la mayor parte de mi vida solo por culpa de mi maldita forma de ser, tengo muchísimas dificultades para conocer gente nueva. Además de otras cosas como que no tengo familia y que los pocos amigos que tengo están todos lejos.
Y es por esto que llevo un tiempo sin intentar tratar contigo más que lo mínimo necesario para cumplir con mi trabajo. Intento apartarme de donde estás en cuanto puedo. Intento en la medida de lo posible no mirar hacia donde fuera que estés, para evitar que se crucen las miradas y que puedas pensar que te estoy espiando.
No es porque no quiera hablar contigo, de verdad me haría feliz que todo fuera como antes, insisto que me caes fenomenal, me comporto así por no forzar situaciones incómodas para ambos. Soy así de raro, no sé cómo disimular que las cosas no están bien y digas lo que digas, no lo están. Hasta un antisocial como yo es capaz de darse cuenta, se ve en tu cara también.
Una vez más te pido perdón. Te prometo que jamás se me ocurrió pensar que este fuera a ser el resultado y que literalmente me duele el hacerte sentir mal, insegura, incómoda o que tengas que comportarte como sé de sobras que no es tu manera de ser. Lo malo también se aprende y me hace sentir peor pensar que en el futuro te comportaras así con otra gente por culpa de que soy un idiota que no sabe leer entre líneas.
Espero que esté claro que he borrado de mi cabeza cualquier película que me haya montado y que no tienes nada por lo que preocuparte en ese sentido.
Por mi parte, aparte de la bofetada de realidad, de la vergüenza que me da sentirme como si fuera un acosador-asalta-cunas y el haber perdido una posible amistad, con el tiempo estaré bien.
Si hay alguna cosa más que pueda hacer, dejar de hacer o cualquier otra aclaración que quieras, por supuesto que estoy dispuesto a dártela. Lo que haga falta para que estés cómoda y te sientas bien.
El culpable soy yo, no haces ni has hecho nada mal.
Espero que más adelante te puedas reír de aquel tipo raro si alguna vez te vuelves a acordar de esto.
Muchas gracias por todo lo que has hecho por mí.
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